Hay libros que enamoran sólo con su título, con un vistazo a la portada, o con una prometedora historia...
Yo no soy un libro que convence por su título, ni siquiera por la portada o la sinopsis... Creo que soy uno de esos pequeños libros de la sección más apartada, oscuro y con los bordes desgastados. Hay que indagar un poco a tientas, oler las páginas, tocarlas y leer un par de capítulos con detenimiento. Pausar en cada coma, y en cada punto. Sólo así se conoce mi historia.
Lástima que a la gente le de pereza leer...
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