sábado, 12 de octubre de 2013

La domadora sin ancla




La domadora dejó su ofició, se volvió pirata, se fue al mar... Allí sus leones la esperan en cada atraque.

Su embarcación es grande, de las más grandes, y ella es la capitana de ninguna tripulación. En poco tiempo surcó los siete mares e hizo frente a todos los enemigos que la seguían desde los confines de la tierra. Era de esperar, puesto que aún llevaba en sus adentros a la domadora. Pero lo que nadie sabía esta vez, es que viajaba sin brújula ni ancla. Condenada así a dejarse siempre
llevar por el libre albedrío de las olas del mar.

domingo, 31 de marzo de 2013

Noches


No sé qué tendrán las noches frías y la lluvia que hace sentir más juntos a los que están juntos y más solos a los que están solos... Hoy es una de esas noches en las que solo busco canciones lentas con letras melodramáticas y en las que no puedo evitar acordarme de la pobre Charlotte esperando mientras vigila los rascacielos de Tokio en ‘Lost in translation’.


viernes, 4 de enero de 2013

La domadora de leones



Todos los días se levanta, se pone sus botas de caña alta, la chaqueta de rayas, el sombrero de copa y sale a la calle. Cuando algo no le mola un pelo, y le empieza a tocar realmente los cojones, saca el látigo y los hace callar a todos.  Las domadoras de leones son así de duras…


Las malas lenguas dicen que una vez dejó a un hombre atado en la cama, después de habérselo follado toda la noche, y se piró sin más. Nadie sabe qué fue de aquel pobre infeliz que creyó tener el control.


Lo que nadie sabe de ella es que guarda un gran secreto, un secreto enorme: en realidad es domadora de leones, marinos…